Castigarmientendimiento: verso satírico de Francisco de Quevedo. Bienvenidos a Castigarmientendimiento, un lugar para que la razón no sufra (si es que esto se ha mal entendido), sino que se flexibilice (si es posible). Se ofrecerá con ello alguna reflexión sobre el arte de escribir, la condición contradictoria del escribiente y la labor imprescindible y crítica del lector. Se suman materiales complementarios para escolares.
sábado, 3 de enero de 2015
Ex aequo
De entre todas las flores del cementerio surgió una rara avis cultivada entre restos de podredumbre y asfixiante atmósfera. Cauterizada por el aroma corrupto de la vida descompuesta, suponía un elemento levemente cacofónico entre las aristas plateadas del silencio. Gris piedra y naturaleza muerta enmarcaban el morado de su corazón hirsuto de vegetación minúscula. Latía en piedra de armazón ampulosa, cuarteada por los nichos abandonados, por los capiteles de las infraestructuras desmoronadas y los panteones de la ampulosa pretensión de pervivir en piedra el recuerdo efímero de la carne. Allí la flor, allí el silencio regándola, allí los pasos divagando sobre la absurda conceptualización del tiempo.